La Taxonomía es la Ciencia que trata de los Principios, Métodos y Fines, de la Clasificación, en un sentido general, la Clasificación Ordenada y Jerárquica. Usualmente, se emplea el término, para designar a la Taxonomía Biológica, que sería, el modo de ordenar a los organismos en un sistema de clasificación compuesto por una jerarquía de Taxones Anidados.
La Taxonomía Biológica es una subdisciplina de la Sistemática Biológica, que estudia las relaciones de parentesco entre los organismos y su historia evolutiva.
Más allá, de la escuela que defina la Taxonomía, el fin último de esta, es organizar al Árbol Filogenético, en un sistema de clasificación. Para ello, la Escuela Cladística (La que predomina hoy en día) convierte a los Clados en Taxones.
Un Taxón (En Biología), es un Clado al que fue asignado una Categoría Taxonómica, al que se le otorgó un nombre en latín, del que se hizo una descripción, al que se asoció a un «Ejemplar tipo», y que fue publicado en una revista científica.
Cuando se hace todo esto, el Taxón tiene un nombre correcto. La Nomenclatura es la subdisciplina que se ocupa de reglamentar estos pasos y de que se atengan a los principios de nomenclatura. Los sistemas de clasificación que nacen como resultado, funcionan como contenedores de información, por un lado, y como predictores, por otro.
La Cladística (Del griego κλάδος, klados: rama) es una rama de la Biología que define las relaciones evolutivas entre los organismos, basándose en similitudes.
La Escuela Cladista propone la construcción de grupos sistemáticos a través del reconocimiento de Sinapomorfias, que son características exclusivas y derivadas. Estas características permiten identificar a todos los miembros de un grupo y a su ancestro inmediato.
Las normas que regulan la creación de los Sistemas de Clasificación son en parte convenciones más o menos arbitrarias. Para comprender estas arbitrariedades es necesario estudiar la Historia de la Taxonomía, que nos ha dejado como herencia los Códigos Internacionales de Nomenclatura a cuyas reglas técnicas deben atenerse los sistemas de clasificación.
Los orígenes de la Taxonomía se remontan a los orígenes del lenguaje, cuando las personas llamaban con los mismos nombres a organismos más o menos similares. Este sistema persiste hoy en día en lo que llamamos los «Nombres Comunes» de los organismos. Si bien los nombres vulgares son útiles para el habla cotidiana, pronto los naturalistas se dieron cuenta de que necesitaban un sistema más universal y riguroso para nombrar a los organismos, lo que no solo respondía a una necesidad metodológica, sino que también constituía una expresión de la voluntad de dominio de los colonizadores incluso en el terreno intelectual.
La Taxonomía en el SEO
Se entiende por Taxonomía al conjunto de palabras, denominadas Términos, que permite organizar la información de un Sitio Web, manteniendo unidos los contenidos de un mismo tema.
Miquel Centelles
Taxonomías para la categorización y
la organización de la información
en sitios Web
Un Sitio Web debe contar con una organización adecuada, que facilite la navegación de los usuarios y la accesibilidad de los buscadores. Categorizar y jerarquizar sus contenidos es un factor clave para su posicionamiento y enfocar dicha categorización sobre las necesidades, deseos y hábitos de los usuarios mejorará no sólo la usabilidad del Sitio Web, sino la posibilidad de posicionarse para las búsquedas relacionadas más populares. Un sistema taxonómico debe ser claro y consistente, flexible, exhaustivo y práctico.
Desde la perspectiva de poder construir un sitio Web orientado a las búsquedas potenciales de los futuros usuarios del mismo, acertar en la definición de las taxonomías más adecuadas para diseñar a partir de ellas la arquitectura de la información del sitio Web supone una ventaja fundamental y de gran alcance. Es por ello que estudiar qué son y cómo se construyen las taxonomías resulta del máximo interés desde el punto de vista de una arquitectura de la información orientada al posicionamiento natural en los buscadores.
Aplicación de Taxonomías en el SEO
En general, los usuarios de un Sitio Web no saben lo que es una Taxonomía, pero suelen referirse a ciertas características de los productos para especificar mejor sus búsquedas. A partir de esas características, podemos deducir cuáles son los patrones de búsqueda más frecuentes y frecuentemente coinciden con las Taxonomías obvias para ese tipo de productos.
Ejemplo,
Cuando realizamos, en un buscador (Como Google, Bing, Yahoo, etc, …), queremos buscar un hotel, el patrón más usado es:
«tipo de alojamiento» + «localización geográfica»
Por tanto, tenemos dos taxonomías aplicables a esta búsqueda:
Tipo de alojamiento: hotel, hostal, pensión, apartamento, casa rural, etc, …
Localización: ciudad, zona, barrio, provincia, etc, …
Dentro de estas taxonomías, puede haber más o menos granularidad, el usuario puede especificar «hotel de cuatro estrellas», «hotel céntrico», «hotel gay-friendly», etc, … O bien «alicante», «costa blanca», «barrio de Salamanca», etc, …
Es obvio, que un Sitio Web orientado a la búsqueda de hoteles, se estructure en tipos de alojamiento (hoteles por categoría, hostales, apartamentos, casas rurales, etc, …) y en localización geográfica (provincia, ciudad, playa, parque natural, etc, …).
Para cada tipo de Producto, Servicio o Contenido, los Patrones de Búsqueda suelen incluir la especificación de características que coincide con las taxonomías que serían más aplicables a esa categoría de producto, servicio o contenido.
Una identificación correcta de las taxonomías, permite construir menús intuitivos, que generan páginas de agrupación de contenidos, que claramente responden a los patrones de búsqueda más populares para ese tipo de producto.
Las taxonomías secundarias permiten definir filtros que restringen aún más el contenido, para que responda a los deseos del usuario.
La combinación de varios filtros, permite al usuario, la navegación facetada para llegar a agrupaciones, que combinan diversos criterios de clasificación, por ejemplo, «vino Ribera del Duero», «tinto de variedad tempranillo», etc, ….
La base para el desarrollo de una buena Taxonomía, consiste en identificar correctamente las características taxonómicas, que son las propiedades o atributos de los objetos que se categorizarán y que deben satisfacer una Objetividad, Determinación, Reproducción, deben ser mutuamente excluyentes, exhaustivos y útiles.
- Objetividad: cuando la característica se identifica sobre la base de un conocimiento objetivo. Por ejemplo, un vino será un «rioja» o un «ribera del duero» en función de su denominación de origen. Se trata de una característica objetiva idéntica para cualquier usuario.
- Determinación: cuando existe un proceso claro que pueda seguirse para identificar la característica. Por ejemplo, podemos determinar
el grado alcohólico de un vino a partir de la diferencia de densidad existente entre el agua y el alcohol. - Reproducibilidad: cuando varias personas describen de forma independiente las características de un mismo objeto y coinciden con el valor observado. Por ejemplo, distintas personas podrían reproducir fácilmente una clasificación de varios tipos de vino entre tintos, blancos o rosados. Se trata, por tanto, de una característica fácilmente reproducible.
- Mutuamente excluyente: cuando la inclusión de un grupo en una categoría lo excluye de la categorización en cualquier otra. La denominación de origen de un vino es una característica mutuamente excluyente: un vino sólo puede pertenecer a una única denominación de origen.
- Exhaustivos: cuando los grupos incluyen todas las posibilidades. Una clasificación de vinos entre blancos, rosados y tintos prácticamente cubre la totalidad de posibilidades de clasificación de los vinos en cuanto a su color.
- Útil: cuando la característica puede utilizarse para obtener conocimiento. Una clasificación de vinos a partir de los tipos de uva utilizados en su elaboración nos permiten anticipar las cualidades organolépticas que encontraremos en los mismos.